Coinbase, la mayor y más conocida bolsa de criptomonedas de EE.UU., presentó su formulario confidencial a la SEC en diciembre para hacerlo público.
Según algunas medidas, el momento parece impecable: Bitcoin subió un 296% en 2020, el mercado de criptomonedas general superó el billón de dólares la semana pasada por primera vez, y los activos digitales están de nuevo en la conversación en Wall Street.
Tanto si la cotización de Coinbase se produce tan pronto como este mes, como si tarda muchos meses (Lyft y Uber presentaron sus formularios confidenciales en diciembre de 2018, y luego tardaron hasta marzo y mayo de 2019, respectivamente, en debutar).
Es probable que disfrute de un gran pop, si las recientes cotizaciones de unicornios como Airbnb y DoorDash son algún indicio. La compañía tiene 35 millones de clientes, una valoración de 8.000 millones de dólares cuando se informó por última vez en 2018 (probablemente mucho más grande ahora; las acciones de Coinbase pre-IPO que se negocian en el intercambio criptográfico FTX se han disparado), y ha sido rentable durante años, una rareza en medio del reciente desfile de “unicornios”.
Pero Coinbase también traerá consigo una importante controversia para algunos inversores, y no sólo para los escépticos de la criptomoneda.
Interferencia del regulador
Se sabe que la SEC se mueve a un ritmo glacial con la aprobación de nuevos listados, y Coinbase, lo más cercano a un nombre familiar criptográfico en los EE.UU., presenta una prueba de fuego que los reguladores querrán hacer bien, ya que habrá más por venir. (Bakkt, el intercambio criptográfico lanzado por Intercontinental Exchange en 2018, anunció esta semana que se hará público a través de la fusión de SPAC, lo que significa que probablemente ganará a Coinbase en el mercado, pero con mucha menos fanfarria, atención y escrutinio).
Coinbase ya ha lidiado con la interferencia de los reguladores a lo largo de los años.
Como vigilante de los fondos de criptomoneda de los clientes, el sitio presentó información sobre 13.000 clientes al IRS en 2018, en cumplimiento de una solicitud de información de 2016 sobre todos los clientes que tenían más de 20.000 dólares de criptomonedas entre 2013 y 2015.
En 2018, Mashable descubrió más de 115 quejas de clientes de Coinbase presentadas ante la SEC sobre cuestiones que van desde la falta de fondos hasta las interrupciones y la falta de servicio al cliente. A lo largo de los años, Coinbase ha sufrido con frecuencia interrupciones en el sitio web durante las principales subidas o caídas de precios, en momentos en que los usuarios estaban ansiosos por vender o comprar, a diferencia de la aplicación de acciones Robinhood. Las interrupciones se han convertido en un peligro para la reputación de Coinbase.
Dada esta historia, los reguladores podrían sostener la lista de Coinbase con burocracia.
Por otro lado, muchos dentro de la industria de criptomonedas dan la bienvenida a una inminente regulación, y algunos ven la IPO de Coinbase como una oportunidad para comenzar una nueva fase de cooperación con los reguladores.
"Ha habido un aumento en el enfoque de los reguladores, en términos de mirar a esta clase de activos", dice Flori Márquez, fundador del prestamista de criptomonedas BlockFi, en el que Coinbase es un inversor. "Saber que tienes una compañía de criptomonedas frente a la SEC, teniendo conversaciones activas en términos de pensar, cómo facilitar a los consumidores de EE.UU. la inversión en esta clase de activos, es una gran noticia para el espacio en su conjunto... Creo que es un muy buen augurio para el futuro desarrollo de Bitcoin y lo que las compañías pueden hacer en el espacio en el futuro."
